Resulta que a la mañana estamos escuchando Radio Mitre. Final del programa de Magdalena y todo Lalo hasta la una y después el trío Halperín Barragán Maciel. A Zlotowiazda haciéndose el lindo que lo aguante su abuela. A las 5 me paso a la Negra Vernacci.
Resulta que el lunes 23 próximo pasado, a lo largo del Rally radial de referencia, escuché que en la elegante Avenida Alvear se iba a inaugurar la 4ta. edición del Alvear Fashion and Arts, evento que promociona lo más exquisito en moda y arte, en el lugar más exquisito de Buenos Aires. Alfombra roja de punta a punta, música en vivo, colectivos antiguos y champagne para los asistentes. Hasta aquí todo muy lindo pero nada especialmente peculiar. Pero he aquí que de pronto en la Radio irrumpe la voz de Castells anunciando que él también va a desembarcar en la Avenida Alvear. No lo iba a hacer con Fashion ni con Arts, sino con choripanes, torta frita, mate cocido y olla popular.
Así las cosas, le propuse a mi Jefe de Redacción, Ruby alias Yumein, ir a cubrir el tole tole monumental. Porque que iba a haber rosca, iba a haber rosca.
Así que partimos pues a las siete y media de la tarde rumbo a la Recoleta. Detalle: fuimos en auto. Otro detalle: el lunes las temperaturas, 35,9° rompieron el record histórico para la época.
Intersección de Libertador y Alvear: cerrada. Bolonqui de tránsito que ni te digo. Ruby empezó a resoplar ante el ritmo camélico que adquirió la caravana de automóviles. Nos abrimos paso a los codazos hacia Ayacucho, que también estaba cerrada, pero al explicarle al "cana cuidador" que nos dirigíamos "al evento", nos dio paso. Ritmo camélico de automóviles, sin solución de continuidad. Resoplidos de Ruby, en franco ascenso. Sumó bocinazos. Luego me empezó a preguntar si yo sabía de qué se trataba el evento. (Salió a la luz el "Kéibron Ruby". Hay que bancárselo, pero a mí no me importa porque en realidad me encanta que mi novio sea un cabrón - con acento en la "C". Los hombres "babita de caracol" no me van ni un minuto). Le dije, ningún problema, volvemos a casa y listo. No!, me contestó dando otro bocinazo, ya estamos acá. Finalmente conseguimos cruzar Alvear. Cuando ya nos estábamos olvidando de encontrar un lugar para estacionar, encontramos uno con tarjeta, en Azcuénaga y Vicente López. Un tachero nos avivó y nos dijo dónde sacar el ticket, para evitar que la grúa nos levantara el auto.
Dura la vida del reportero.
(A esta altura Ruby ya se había calmado).
Caminamos hasta el Hotel Alvear. Y allí, en medio de música en vivo, alfombra roja, turistas bailando desbocados, y la gente más chic de Buenos Aires, estaba Castells, su gente y un millón de policías. Cámara digital en mano, nos zambullimos en la multitud hasta llegar a Castells. Que no pudo armar su olla popular ni repartir tortas fritas, pero sí pudo transmitir su mensaje. Castells consideró a la exhibición "un acto de ostentación y burla contra el hambre del pueblo". Y arremetió, "la oligarquía de esta zona nos ha impedido pasar a un lugar que han tapizado con 3.000 metros cuadrados de alfombra roja, y nos han confiscado las tortas fritas y murales con fotos de niños de nuestros comedores". Pero trató siempre de incluir en el reclamo a los asistentes, poniendo el tema de la seguridad como eje de su discurso, plataforma utilizada en los últimos tiempos por Castells a partir de su convergencia con Juan Carlos Blumberg. (Y sí, cada uno trata de llevar agua para su molino).
"Queremos una Argentina más equitativa, igualitaria, y queremos la alfombra roja y el champán para todos", afirmó el líder piquetero, mientras caminaba al frente de una columna que avanzaba por la Avenida Alvear.
La nota de color la dieron algunas mujeres muy, pero muy pitucas que lo saludaban a su paso con la“V” peronista (?). Una desubicación fruto del más indolente de los desconocimientos, ya que no solamente que el líder piquetero nunca se manifestó cercano al partido fundado por el General, sino que sostiene posiciones, en todo caso, mucho más ligadas al socialismo.
Otras damas, más proactivas, decidieron pasar directamente al frente y participar. Pidieron banderas del movimiento de Castells y las pasearon orondamente por la calle.
Nosotros, después de sacar fotos a morir, tratar infructuosamente de recuperar un celular que a a alguien se le había caído pero que me arrebató un gordo con intenciones del más liso y llano "afano", resoplamos y nos fuimos a una joyería de Alvear a tomarnos un Chandon.
Además de ver a las mujeres vestidas como si estuviesen en el Festival de Cannes, había otras divas del espectáculo y/o pasarela, que supieron ver noches mejores: Mora Furtado, Pata "cuidado que te afano" Villanueva, la Bredicce con amiga pero sin su hijo Indio; miles de pacientes o ex pacientes del Dr. Ravenna. Obvio que no lo estaban representando, sólo estaban allí por su ligazón con el diseño, la decoración, la organización, o el champagne (quién sabe).
Una vez que dimos la cobertura periodística (anque involuntariamente cholula) por terminada, decidimos que teníamos hambre.
Ruby propuso un restaurante de comida polaca (que a la sazón ofrece comida exquisita, pero más adecuada a lugares donde la temperatura tiene valores bajo cero). No quise discutir. Gracias al cielo nuestro desconocimiento geográfico de la zona y mi cansancio de estacionar y des - estacionar el auto un millón y medio de veces, nos llevó a un restaurante de pasta sobre Vicente López.
Fin del relato.
PD: hay una foto lindísima de Ruby y la que suscribe, pero que no me la deja poner porque dice que salió feo. Yo no estoy de acuerdo, pero ni modo.
2 comentarios:
Yo creo, ba estoy segura, que éste es su talento, su don. El relato, la crónica periodística. Se lo digo en serio. Es una periodista-narradora del carajo!!
Colega Prieto
hay...Valerieta amiga....!!! me haces morir de la risa....mira que estoy metida en otro tema...concentrada...pero me llegan tus mails de actualizaciones y no puedo evitar la tentacion de leerlos para reirme y disfrutar de tus relatos...Loca!!!Dedicate a esto...opino igual que la Prieto.
Tenes una capacidad de transportarme a Buenos Aires que ni te digo....ya me imaginaba en el asiento trasero del rojo escuchando a Ruby....jaja
besos a los dos...
Glen
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