viernes, septiembre 21, 2007

La Madre Patria no queda en España

¿Qué puede llevar a dos personas a sentarse en un restaurante, además del hambre, claro está?
La casualidad, la nostalgia y la certeza de la profecía cumplida de un plato
exquisito pueden encabezar la lista de respuestas posibles.

Así fue como Ruby y yo recalamos ayer por la noche en Mamá Europa, el restaurante de Jorge Schussheim en la esquina de Migueletes y Matienzo.

No voy tratar de describir la deliciosa comida que comimos ayer (aclaro, no "degustamos"; "comimos"). Sería como tratar de reinventar el agua caliente. El mismísimo Sr. Schussheim ya se encargó de hacerlo en persona y con una pericia digna de destacarse e imposible de mejorar. Por lo que les recomiendo con el corazón y el estómago al unísono, que no solamente vayan a comer, sino también, y a modo de calentamiento de motores, que lean escrupulosamente el menú del lugar.
Su lectura hace más compleja la elección de los platos, de difícil renuncia. Lo que nos obligará a retornar, como a la Tierra Prometida.

Para mí fue una delicia ver la cara de felicidad de mi marido al engullir una sopa con kreplaj y fideos de huevo como la hacía su abuela berlinesa baba Luyu. Yo descubrí los blintzes. Había escuchado hablar mucho de ellos, pero la verdad es que ayer fue la primera vez que ataqué uno. Un primor.

Quiero dejar en claro que ni esto es un chivo ni yo derrocho elogios a platos que no me gustan. Nunca fui fanática de la comida ashkenazi, pero estos muchachos me están haciendo cambiar de opinión.

La comida estuvo condimentada con los comentarios acerca de cómo el azar y las palabras unen a las personas. Las palabras escritas encierran mundos desconocidos. Las palabras escritas tienen un manojito de llaves en su pequeña mano y alas en los pies que las llevarán mucho más allá del destino que originariamente les hemos dado.
Resulta que el Sr. Schussheim y yo estábamos hermanados sin saberlo por el ataque de caspa que nos produce que las "SH" de las palabras de idiomas foráneos, sea pronunciada por los tilingos de este país (y alrededores) como "Y". Así fue cómo yo hice mi descargo en este mismísimo blog y el Sr. Schussheim, realizó una búsqueda sobre el tema en Internet y apareció el post y me dejó un comentario (sin firma - aclaro para explicar que yo no sabía qué era él). La casualidad hizo que Ruby trabaje en un edificio que está pegado al restaurante y que Schussheim, quien dedicó unos momentos a recorrer La Maldición del Libre Albedrío, viera la foto de Ruby y yo en nuestro casamiento. Al ver a mi marido pasar por la esquina, le pregunta si él era Rubén y si estaba casado con Valeria Duek. Vi la foto de tu "jásene"(casamiento), le dijo.

Lo demás, es historia.

Parece que el mundo es grande, pero cada vez estoy más segura que cabe en un knishe.

(Knisssshe - ojo).

Nos estamos viendo - Jatimá tová


Más sobre Mamá Europa
http://www.mamaeuropa.com.ar/

Dicen los que saben de Mamá Europa
http://elcuerpodecristo.com/wiki/Mama%20Europa

miércoles, septiembre 19, 2007

lunes, septiembre 17, 2007

Irena Sendler

Hoy en el programa de Víctor Hugo Morales en Radio Continental, Alberto Kornblit habló sobre la xenofobia entre los adolescentes argentinos. Encabezan la estadística los judíos con el 55%.

También hoy, por esas coindencias de la vida que no existen, recibí un mail contando la vida de una mujer maravillosa: Irena Sendler.

Vale la pena leer su historia.


Mientras la figura de Oscar Schindler era aclamada por medio mundo gracias
a Steven Spielberg que se inspiró en él para hacer la película que conseguiría
siete Oscar en 1993 narrando la vida de este industrial alemán que evitó la muerte
de 1.000 judios en los campos de concentración, Irena Sendler seguía siendo una heroína desconocida fuera de Polonia y apenas reconocida en su país por algunos historiadores, ya que los años de oscurantismo comunista habían borrado su hazaña de los libros de historia oficiales. Además ella nunca contó a nadie nada de su vida durante aquellos años.

Sin embargo, en 1999 su historia empezó a conocerse y fue, curiosamente gracias
a un grupo de alumnos de un instituto de Kansas y a su trabajo de final de curso
sobre los héroes del Holocausto. En su investigación dieron con muy pocas
referencias sobre Irena, sólo había un dato sorprendente: Había salvado la vida de 2.500 niños. ¿Cómo es posible que apenas hubiese información sobre una persona así?
Pero la gran sorpresa llegó cuando tras buscar el lugar de la tumba de Irena,
descubrieron que no existía porque ella aún vivía, y de hecho todavía vive.

Hoy es una anciana de 97 años que reside en un asilo del centro de Varsovia en una habitación donde nunca faltan ramos de flores y tarjetas de agradecimiento procedentes del mundo entero.

Cuando Alemania invadió el país en 1939, Irena era enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia el cual manejaba los comedores comunitarios de la ciudad.

En 1942 los nazis crearon un ghetto en Varsovia e Irena, horrorizada por las condiciones en que se vivía allí, se unió al Consejo para la Ayuda de Judíos.
Consiguió identificaciones de la oficina sanitaria, una de cuyas tareas era la lucha contra las enfermedades contagiosas. Como los alemanes invasores tenían miedo de que se desatara una epidemia de tifus, toleraban que los polacos controlaran el recinto.

Pronto se puso en contacto con familias a las que les ofreció llevar a sus hijos fuera del Gueto. Pero no les podía dar garantías de éxito.
Era un momento horroroso, debía convencer a los padres de que le entregaran sus hijos y ellos le preguntaban: "¿Puedes prometerme que mi niño vivirá?"... ¿Qué se podía prometer cuándo ni siquiera se sabía si lograrían salir del gueto? Lo único cierto era que los niños morirían si permanecían en él. Las madres y las abuelas no querían desprenderse de sus hijos y nietos. Irena las entendía perfectamente, en aquel entonces, ella era madre, y de todo el proceso que ella llevaba a cabo con los niños, el más duro era el momento de la separación.

Algunas veces, cuando Irena o sus chicas volvían a visitar a las familias para intentar hacerlas cambiar de opinión, se encontraban con que todos habían sido llevados al tren que los conduciría a los campos de la muerte.

Comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto se valió de todo lo que estaba a su alcance para esconderlos y sacarlos de allí: cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercaderías, sacos de patatas, ataúdes... en sus manos cualquier elemento se transformaba en una vía de escape.
Logró reclutar al menos una persona de cada uno de los diez centros del Departamento de Bienestar Social.
Con su ayuda, elaboró cientos de documentos falsos con firmas falsificadas dándole identidades temporarias a los niños judíos. Irena vivía los tiempos de la guerra pensando en los tiempos de la paz. Por eso no le alcanzaba con mantener con vida a esos niños.
Quería que un día pudieran recuperar sus verdaderos nombres, su identidad, sus historias personales, sus familias.
Entonces ideó un archivo en el que registraba los nombres de los niños y sus nuevas identidades. Apuntaba los datos en pedazos pequeños de papel y los enterraba dontro de botes de conserva bajo un manzano en el jardín de su vecino.
Allí aguardó sin que nadie lo sospechase el pasado de 2.500 niños hasta que los nazis se marcharon.

Pero un día, los nazis supieron de sus actividades.
El 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la Gestapo y llevada a la prisión de Pawiak donde fue brutalmente torturada.
En un colchón de paja de su celda, encontró una estampa ajada de Jesucristo. La conservó como el resultado de un azar milagroso en aquellos duros momentos de su vida, hasta el año 1979, en que se deshizo de élla y se la obsequió a Juan Pablo II.Irena era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos; soportó la tortura y se rehusó a traicionar a sus colaboradores o a cualquiera de los niños ocultos.
Le rompieron los pies y las piernas además de innumerables torturas. Pero nadie pudo romper su voluntad. Así que fue sentenciada a muerte.
Una sentencia que nunca se cumplió porque camino del lugar de la ejecución, el soldado que la llevaba la dejó escapar. La resistencia le había sobornado porque no querían que Irena muriese con el secreto de la ubicación de los niños.
Oficialmente figuraba en las listas de los ejecutados, así que a partir de entonces, Irena continuó trabajando pero con una identidad falsa.


Al finalizar la guerra, élla misma desenterró los frascos y utilizó las notas para encontrar a los 2.500 niños que colocó con familias adoptivas. Los reunió con sus parientes diseminados por todo Europa, pero la mayoría había perdido a sus familiares en los campos de concentración nazis.

Los niños sólo la conocían por su nombre clave: Jolanta. Pero años más tarde cuando su historia salió en un periódico acompañada de fotos suyas de la época,varias personas empezaron a llamarla para decirla: “Recuerdo tu cara...soy uno de esos niños, te debo mi vida, mi futuro y quisiera verte...”

Su padre, un médico que falleció de tifus cuando ella era todavía pequeña, le inculcó lo siguiente: “Ayuda siempre al que se está ahogando, sin tomar en cuenta su religión o nacionalidad. Ayudar cada día a alguien tiene que ser una necesidad que salga del corazón”

Irena Sendler lleva años encadenada a una silla de ruedas, debido a las lesiones que arrastra tras las torturas sufridas por la Gestapo. No se considera una heroína.
Nunca se adjudicó crédito alguno por sus acciones.
"Podría haber hecho más" dice siempre que se la pregunta sobre el tema. "Este lamento me seguirá hasta el día que muera."

“No se plantan semillas de comida. Se plantan semillas de bondades. Traten de hacer un círculo de bondades, éstas las rodearán y las harán crecer más y más”.

Irena Sendler

Biografía de Irena Sendler en:
www.raoulwallenberg.net

martes, septiembre 11, 2007

Shaná Tova 5768


Mi amiga María, quien trabaja con adultos mayores, me envió las reflexiones que hizo un grupo acerca del nuevo año que se inicia próximamente.

El tema era la Paz.

Algunas palabras de "los que han vivido tanto" (como dice ella):
La paz es una conquista cotidiana
Es olvidar algo
Es aceptar
Es respetar
Es dejar pasar algunas cosas
Es conciliar

Es mi deseo que podamos construir lo suficiente para hallar la paz en nuestros corazones. A pesar de los pesares y en buena compañía.

Amén

miércoles, septiembre 05, 2007

Teología de la Obesidad


Y Dios pobló la tierra con espinaca, coliflor, brócoli, y todo tipo de vegetales, para que el Hombre y la Mujer pudieran alimentarse y llevar una vida sana.
Y Satanás creó a McDonald's. Y McDonald's creó el Big Mac.
Y Satanás dijo al Hombre: "¿Lo quieres con Papas Fritas y Coca Cola?"
Y el Hombre dijo:"Grande, por favor". Y el Hombre engordó.

Y Dios dijo: "Haya yogurt, para que la mujer conserve la silueta que he creado con la costilla del Hombre.
Y Satanás creó el chocolate. Y la Mujer engordó.

Y creó Dios las verduras en ensaladas y el aceite de oliva; y vio que estaba bien.
Y Satanás hizo el helado. Y la mujer engordó.

Y Dios dijo: "Miren que les he dado frutas en abundancia, que les servirán de alimento."
Y Satanás produjo el choripán con chimichurri casero. Y el Hombre engordó, y su colesterol malo se fue por las nubes.

Y creó Dios las zapatillas deportivas y el Hombre decidió correr para perder los kilos de más.
Y Satanás concibió la televisión con cable y agregó el control remoto para que el Hombre no tuviese que caminar para cambiar de canal, entre ESPN y Fútbol de Primera, con el sudor de su frente.

Y el Hombre aumentó de peso.Y vio Satanás que estaba bien. Y el Hombre llegó a tener las coronarias tapadas...

Y dijo Dios: "No es bueno que el hombre tenga un infarto." Y entonces creó las unidades coronarias, el cateterismo, la cirugía cardiovascular y...

¿Y qué hizo Satanás?
Creó PAMI, IOMA, OSECAC, OSDE, IOSPER, IOSCOR, IOSE, SWISS MEDICAL, GALENO, ETC, ETC.