jueves, diciembre 29, 2005

Henos aquí


Y aquí vamos, terminando el 2005. Se diluye el año del Gallo, gracias a Dios.
Personalmente he pasado por casi todo. Mucha turbulencia. Poca calma. Muy poca. El superavit fiscal no ha sido de gran ayuda. Menos mal que tengo aire acondicionado. Una bendición. Burguesa, pero bendición al fin.

Jamás creí que el Horóscopo Chino, Ludovica Squirru y sus predicciones ad hoc tendrían incidencia alguna en mi vida. Pero así fue. Mis señas particulares son 1969 (año de mi nacimiento) - Gallo de Tierra (mi signo) - Yin.

El año que terminará el 28 de enero según el calendario chino ha constituído para mí una experiencia interesante, enriquecedora. Un año signado por la novedad. Nuevas experiencias a borbotones, buenas y malas. Intensas. Un año de gran apertura que me ha deparado momentos bellísimos y muy tristes también. He ganado con creces y he perdido. He soñado y he sido presa de pesadillas. Han llegado a mi vida personas increíbles, nobles. Otras personas han partido. He aprendido.

La costa del 2006 se ve cercana, dorada, púrpura, brillante. El agua, con ansias.

Los botes esperan.

He hecho votos: próximamente un nuevo blog "Yo amo a un troglodita - un servicio a la comunidad". Relanzamiento, en realidad. He comenzado a disciplinarme en este destino que es escribir.

Que este año finalice bien y que el próximo termine mejor.

Cordiales saludos.

pd: todavía tendremos el efecto cocaine hasta el 28 de enero de 2006 (coletazos del Año del Gallo). A no desesperar.

domingo, diciembre 18, 2005

Sín título

Ayer la noche en las afueras de Buenos Aires despidió el mismo olor que el de un kibutz de la Galilea.
Me di cuenta de repente, cuando los perfumes se me agolparon en los párpados. No estaba completamente despierta. No estaba completamente dormida. Solamente estaba cruzando la travesía de la noche en un barrio de casas bajas y árboles que saludan al río.

Me encontré de pronto en ese estado particular donde todo adquiere una claridad irreal y parece que la vida queda suspendida en un cuadro perfecto. Pude oler el aire diáfano del crepúsculo; fresco y púrpura. Sentí el aroma del pasto recién cortado. La caída de la noche me regaló la huella de las estrellas que no miro hace más de diez años. Olí la velocidad de las bicicletas cruzando el kibutz, y la respiración de los voluntarios que llegan cada año a pasar el verano. Olí la risa de los chicos y el paso tranquilo de los adultos.

Abrí los ojos con la certeza de estar en ambos mundos: en aquel kibutz de la Galilea y en las afueras de Buenos Aires, frente a una ventana que me miraba y de espaldas a un abrazo tibio que me hablaba sin palabras.

jueves, diciembre 15, 2005

A Student of my "Mom"

Just for the record: my mother is not a subject of study of anybody. (At least for the time being). It is just that since all her kids left the nest (her appartment in Belgrano), she decided to host students as she hates to live alone. As almost any jewish mother she needs somebody to take care of. Besides, it helps to pay the rent. She calls them "my students". I just don't argue (what for?).

Yesterday evening all my family gathered for dinner at "Mom's home". Pablo, one of my brothers who currently lives abroad, was leaving back to the U.S.A. Suddenly, one of the students that lives at "Mom's home" came in. My mother always introduces aaaallll her family to the new comer in her broken English. This time the student in question was John (I am sure I am misspelling his name), from Norwaig. My mother hurries to tell us he is twenty and that his parents are very young. Next, she introduces us: "My daughter (me), my ex husband (sometimes she calls him "the father of my children" - yes, they are that civilized), twins - she goes on referring to my twin brothers Mati and Joel, and last but not least Pablo, (his English is much more fluent now that he moved to America). John immediately joined us for dinner. Nice guy.

I told him that in the last weekend I watched a Norweigian film on cable that I really really liked. I started to tell him what the film was about. Two Psychiatry patients that were realesed from a mental institution and moved to an appartment in Oslo under the supervision of a social worker. Beautiful movie. I strongly recommend it.
John was very surprised that here in Argentina movies of his country are seen. I explain to him that we are very fond of European films and that I particulary enjoyed that one, because it treats a very difficult theme (mental illness) with a lot of humor, optimism and realism.
Then he told me that is his favorite movie and that he made a research at school about it.
He is studying Spanish down here. He is a backpacker and he is planning to go up to Mexico. Very nice trip. I asked him a lot of questions about why he decided to come to Buenos Aires and how he got the information related to Argentina. I got very interesting and funny answers. He searched on the web, went to a travel agency to get the air tickets and bought the Lonely Planet Guide. But at some point of all that process, he told me that was his mother the one that made the most serious research on the subject. A website called www.mom.com should be on the web for main directions in life, he said. And it does exist after all. That was really a good one. (And I am the one on therapy - I am joking, I am joking).
Anyway, after dessert my mother wanted her Kodak moment of the evening, so she got her wreck camera ready. John took some pictures of all of us and then he got his own digital camera to take a picture of all of us.

My mother used to play the piano when she was a little girl. The very same piano is now in her living room. On the wall, just above the piano, is a large picture of my grandparents and all the grandchildren they had at the time. The pictures was taken in 1977. I was seven. In that year we were 12 grandchildren. Today, year 2005, we are 18 grandchildren and a bunch of greatgrandchildren (believe me - a lot). When a new comer student arrives at my mom's home, the ones that are already "settled" there (veterans) show him/her the picture above the piano, as it if were a sort of Olympic Torch. A simbol. A family at the bottom of the map.

viernes, diciembre 09, 2005

En existencia


Una rápida mirada a los últimos acontecimientos.

Hoy: El parapente que no fue.
La conjunción de viento en demasía y un peso liviano (el mío - ejem - solicito contener risas) me detuvieron en la aventura de sobrevolar Luján desde un descampado. Otra vez será.

Recibí una frase interesante enviada por Doña Alegre - la Reina Madre.
"La señal de iluminación es: ni quejate, ni pedir explicaciones." Genial, no? La frase es de Sri Sri Ravi Shankar.

Amanece que no es poco. Película española desopilante. Véanla. (Y después me cuentan).

Besitos en las narices.

jueves, diciembre 01, 2005

A pedido del público - En Español Sencillo (sfaradit kalá)*


Dedicado a Meyer

El título del post anterior y su relación con el contenido, alude a que por momentos poseemos la ingenua ilusión de controlar la realidad, pero la realidad no responde a lo que nosotros creemos sus mandos naturales (o sea, los nuestros). La realidad tiene autonomía de vuelo propia desde que fue concebida, capish?
Dicho en otras palabras, completar los formularios del banco para solicitar un crédito no implica necesariamente su otorgamiento. Nada personal. Negocios son negocios. (Y si no, pregúntenle a Donald Trump).

Realidad = Sartén

Mango = Minga

Lo que podemos hacer con la realidad = huevos (en la sartén, of course)

Metáfora, o sea.

Nota: Meyer es un muy buen amigo rescatado del pasado por obra de su esposa (otra gran amiga). Conocí a ambos hace más de 15 años cuando estudiábamos en Tel Aviv. Actualmente viven en Modin, Israel. El viento de la vida nos llevó a todos por múltiples y diferentes direcciones. Finalmente, y para hacerla corta, Sonia llegó de visita a Buenos Aires hace unos meses y no sé cómo todavía dio con mi teléfono. (En esa oportunidad la realidad la obedeció).

*N. de la T.: sfaradit kalá quiere decir, en hebreo, Español Sencillo (o fácil). Esta expresión se usa para calificar a aquellos textos que fueron adaptados a un nivel de idioma más básico para que aquellos que están aprendiendo puedan entender más fácil y rápidamente.

miércoles, noviembre 30, 2005

La sartén por el mango y los huevos en la sartén


Los que ejercemos el libre albedrío en nuestra vida diaria nos encontramos, efectivamente, con su costado maldito cada vez que tenemos que tomar una decisión difícil. Pero hasta la más cotidiana de las decisiones lleva apararejada otros bemoles. Cuando elegimos el rojo en contraposición al azul, no solamente estamos renunciando al azul y tal vez enjugando una lagrimita, sino que nos enfrentamos a la pregunta de que si el rojo que elegimos será suficientemente rojo, o tan rojo como lo percibimos en ese momento y si perdurará por los siglos de los siglos, amén, a pesar de los reiterados lavados con el jabón en polvo recomendado en la etiqueta (sic). En pocas palabras, debemos enfrentarnos a la cruda realidad. Nos preguntamos si ya que tuvimos a bien decidirnos por algo y renunciar a otra cosa a su vez, la realidad se avendrá, al fin, a obedecer nuestros deseos.

Antes de perdernos en los laberintos de Paul Watzlawick preguntándose si Es Real la Realidad, y a riesgo de que Marshall McLuhan nos explique sus postulaciones en la cola de un cine, como lo hizo con Woddie Allen en la película Annie Hall, quiero hacer un alto y preguntarme y preguntarles: ¿les parece bonito que tras cartón de ser malditos con el libre albedrío tenemos que lidiar con la desobediencia por default de la realidad? Tipa jodida resultó la Vida. Qué la parió. Quela-re-parió.

La realidad, rebelde con causa o sin ella, goza de una adolescencia perenne. Lleva tatuado el lema "La desobediencia al poder" y lo hace sentir cada vez que le damos oportunidad cuando nos perdemos en el pandemonium de los deseos infantiles, al tiempo que nuestra edad cronológica claramente grita lo contrario.

Pero la batalla no es contra la realidad, señores. En todo caso es "contra" nosotros mismos, librada con mayor o menor éxito. Porque la batalla para que la realidad nos obedezca, está perdida desde el vamos.

Buenos Días.

martes, noviembre 29, 2005

Pasando Revista


¿Ya dije que hace calor, no?
Lo que no dije fue que el fumigador jamás llegó. Dijo que el que quería que fumigase su depto., tenía que pagar aparte (parece que este señor, o mejor dicho el que lo contrató, nunca se enteró de que pagamos expensas). Un horror.

Otro horror, es que estos días de calor agobiante y sus consecuentes cambio de temperatura calor - frío provenientes del exterior y el aire acondicionado respectivamente, me dejaron de cama con 38º de fiebre, de los cuales recién hoy me estoy recuperando gracias a Dios.

¿Y los cortes de luz? Bien, gracias (hoy ya tuve que subir y bajar 7 pisos por escalera 3 veces).
¿Y la huelga de Aerolíneas? Hay que ser jodidos para cortar la Ricchieri. Los viajeros, locales y foráneos, a las puteadas, como corresponde. El trabajo se atrasa. Todos están enloqueciendo y con razón.

Si no hago catársis en mi propio blog, en dónde?

Hasta luego.

jueves, noviembre 24, 2005

Hay derecho?

¿ Existe algo más aburrido, cansador, mala onda, y todos los adjetivos ad hoc que quieran agregar que un consorcio, su respectiva administración y adshacencias?

Hay algo más enloquecedor que quedarse en el hogar esperando que shegue el fumigador para exterminar las putas (hijas de puta) cucarachas que aparecen con el calorrrrrrrrrrrrrrr?

Encima, a algún idiota se le ocurrió que no le gustaba la administración anterior, e hizo la gran Kirchner - Borocotó inversa (inversa porque lamentablemente le salió bien), y la administración cambió y las expensas subieron y ahora el fumigador no viene a horario y solicita vaciar las alacenas (ni loca, ní - loca, ni que me pongan guita encima).
El fumigador anterior tenía un sistema mejor y no solicitaba vaciar las alacenas. Seguro están todos entongados: el vecino traidor, la nueva administración, el calor, las cucarachas hijas de puta y las alacenas.

Y al que me diga gorda, mudate a una casa que no tiene expensas, ni administración - que se abstenga de hacer comentarios, por el bien de su integridad física.

Y al que me diga cómo en la publicación anterior todo era maravishoso y ahora todo es una porquería, le digo sí, soy ciclotímica, cuál es tu problema?

Chau

N. de la T.: esta es una broma no escrita por Flaubert.

martes, noviembre 22, 2005

Cuando la vida es bella, es bella de verdad

A riesgo de abusar de la tautología para explicar lo que difícilmente pueda explicarse con palabras, quiero expresar la felicidad inmensa que me provocan los sueños cumplidos y la tarea bien hecha.

Hace más de un año tuve un sueño (esta vez, despierta), de esos que en vez de al analista, uno se los cuenta al contador y a los expertos.

Tuve respuestas de casi todo tipo y pelaje. La mayoría positivas, algunas sustentablemente negativas. Después de un año largo, raro y muy difícil, con altibajos (muchos bajos y muy poquitos altos); las cosas comienzan a tomar un color bello, maduro, cristalino.

La realidad palpable, tangible, sustentable me dice que valió la pena el esfuerzo, las angustias, las noches en vela, la incertidumbre.

La vida me anuncia que el soñar vale su lucha.

Dulces sueños.

Hace Calor

Chocolate por la noticia.
¿Quién en Buenos Aires puede ignorarlo?
Las plazas se llenan de mujeres cuasi en bolas y por las calles circulan mujeres un poco más vestidas que cuasi en bolas.


No es la histeria, señores. Es el maldito calor.
El nivel hormonal está en franco ascenso y cualquier centímetro cuadrado de piel al descubierto inspira desde un piropo original hasta las barbaridades más groseras gritadas a los cuatro vientos.

Las pupilas cargadas de sexo y las palabras que pueden acompañarlas forman parte obligada del paisaje de verano de la ciudad. Un verano que empieza antes y termina después de lo que indica formalmente el calendario.

¿Qué pasará por las noches en las camas porteñas? ¿Serán escenario de encuentros? De desencuentros? De soledades?

domingo, noviembre 20, 2005

Procesos

Procesar, tramitar son conceptos que se transforman en el pan de cada día de cualquier estudiante de Psicología del montón desde el primer cuatrimestre de cursada. No fui la excepción. Mis tiempos de estudiante acabaron ya, pero mantengo dignamente la herencia de conocimientos que me supe conseguir.

Freud postula que el psiquismo posee mecanismos para elaborar las experiencias traumáticas que nos ocurren, entre ellos la palabra y los sueños.

Confieso que he soñado.
Mi psiquismo está trantando de decirme algo, o simplemente se afana por purgar vestigios de experiencias poco gratas. En las últimas dos noches he escapado de una violación que nada tenía de glamorosa, he maldecido en su cara a un hijo de mil puta que me cagó y he escuchado cómo el primer hombre del que me enamoré le hablaba a una mujer con la cual partiría.
Las dos mañanas que siguieron a esas noches fueron difíciles. Sobre todo cuando recordé la violación fallida y el amor trunco. Nunca sufrí intento de violación alguno y el hombre que amé partió para siempre hace cerca de diez años. (Lo del cagador es más literal y más reciente, y es por eso que no tiene gracia - una tramitación psíquica standard del tipo "express"). Los otras dos escenas son más intrigantes, más sugestivas. Bizarras.

Me pregunto cuál será su mensaje oculto.
En caso de emergencia, deberé romper la botella que los contiene?

sábado, noviembre 19, 2005

Nuevos Descubrimientos

Ayer vi un capítulo viejo de Sex and the City que jamás había visto. Ese es ya un acontecimiento extraño, ya que la serie ocupa un lugar importante en mi vida bajo el item "Educational" y yo me tomo mis obligaciones académicas muy a pecho.
El capítulo en cuestión versaba sobre los monstruos que habitan en algunos hombres y algunas mujeres, y que son descubiertos en el momento menos pensado y con sorpresas harto desagradables, que hacen huir despavoridamente al partener de turno.

Cada una de las neoyorquinas amigas se vio en la penosa situación de descubrir monstruitos que habitaban la ciudad bajo el disfraz de Carmelitas Descalzas. Charlotte encontró a uno cuyo único talento era hacer extremadamente bien era sexo oral. Por poco se muere cuando le informaron que el señor en cuestión era conocido como "Mr. Vagina". La pobre y soñadora Charlotte se había hecho ilusiones de llegar al altar con el dotado hombre, creyendo que su habilidad podría tener ramificaciones en otros campos (por ejemplo el intelectual o el emocional). Demás está decir que el cálculo le dio ERROR.

Samantha encontró a un hombre que en plena situación erótica le dijo que era una vieja de 40 (la otra no sabía si matarlo o huir sin más) y tras cartón se encadenó y le propuso practicar sexo sado masoquista.

Carrie se topó con varios: uno que le agarró un brote en la cola del cine, se atacó y empezó a gritarle a todo el mundo sin razón aparente; el otro un broker en alza, con un estado financiero envidiable, que de todas formas insistía en robar revistas de segunda mano (Hello -ou?); y otro, un premiado documentalista que odiaba lo que hacía y se lo hacía saber a toda la humanidad con un humor de perros digno de mejor causa. Luego tuvo un último y casual encuentro, un hombre que aparentemente no tenía nada de monstruoso. Se divisaron en el Central Park. Después de un intercambio de miradas, se saludaron y comenzaron a charlar. El también se había topado con mujeres "monstruos". Una de ellas insistía en dormir con los zapatos puestos. La cuestión es que una cosa llevó a la otra, salieron una noche a cenar y todo fue bien y los dos parecían estar sorprendidos. Carrie resolvió presentarle a un amigo de Ben (su reciente adquisición) a Miranda. Todo fue mal. El amigo de Ben no había salido en 10 años de Manhattan y hacía un culto de ello. Un insoportable que se rió de Miranda cuando ella comentó que iba a Conneticut a visitar a su madre. ¿Qué necesidad había de ir al campo? Miranda decidió que era hora de alimentar a su gato e hizo mutis sin más, deseándole mejor suerte a Carrie, pero se lo dijo sin ningún atisvo de optimismo.
Esa noche Carrie y Ben hicieron el amor en el departamento de él y no tuvo nada de monstruoso. Lo más monstruoso que ocurrió esa noche fue el tatuaje de Twittie de Ben, obtenido en una noche borrachera. O sea, nada.
A la mañana siguiente, Ben le dijo que esperara allí, que él iba a jugar al football, y que volvía en dos horas. Carrie pensó que era su oportunidad de oro para descubrir la monstruosidad que ocultaba su amante y puso manos a la obra. Oscultó el interior de su heladera, su cajón de ropa interior, y cada rincón del departamento. Ni un signo de rareza. Hasta que se topó con una caja de madera difícil de abrir. Decidió que era allí donde Ben ocultaba su lado oscuro y resolvió violentar la caja. En ese momento apareció Ben. Atónito le preguntó que estaba haciendo y que había resuelto no ir al jugar para quedarse con ella. Carrie le confesó que estaba buscando signos de monstruosidad (no tuvo más remedio). El deslizó la tapa de la caja (ella estaba tratando de abrirla hacia arriba) y le mostró sus insignias scouts. Ella dijo que se iba y él le contestó "Buena idea". No era necesario aclarar nada. Ellos dos jamás volverían a verse. La última reflexión de Carrie camino a su casa fue que el miedo por encontrar lo monstruoso en el otro la arrojó a una monstruosidad propia y fue devorada por ella.

Me quedé pensando... Ultimamente conocí a algunos monstruos, que generosamente descubrieron su monstruosidad en seguida. Afortunadamente optaron por autoeliminarse de mi vida, sin darme el trabajo espantoso de tener que hacerlo yo. Les agradezco.

Sólo espero seguir adelante sin que el miedo por encontrar la monstruosidad en el otro fagocite la oportunidad de encontrarme con aquellos seres que no la poseen (y que gracias a Dios existen). Porque no tengo dudas de que si ese miedo nace se reproducirá en un monstruo invivible.

Buen fin de semana.

viernes, noviembre 18, 2005

Aplausos, por favor

No me van a decir que no he recorrido un largo camino, muchacha. Y eso que no fumo Slims. Y eso que nunca fumé nada, ni siquiera un porro de mala muerte.
Ahora quién le gana a quién? La Tecnología a mí o yo a la Tecnología?
Hasta foto, puse (Muchacha en la Ventana, de Salvador Dalí). Hasta la dirección de mi güeb, puse. Hasta la dirección del Blog de Caroláin y Yami, puse.

Vamos bien, no?

Besines, v.

jueves, noviembre 17, 2005

Shalom

Como ven, mi lucha con la tecnología no cesa. A veces venzo yo, a veces vence ella. (Qué me hago la rana? Casi siempre vence ella). Igual, no me quejo. Ya logré usar el photoshop con bastante decencia. (Nivel usuario, no se hagan ilusiones ni me vengan con el aluvión de preguntas).
Estos días son raros. Termina el año y todo el mundo está harto, pero yo trabajo de sol a sol y de sombra a sombra.

Mi petit departamento con orientación oeste se está convirtiendo en el quinto infierno merced a las altas temperaturas y al solazo de la tarde. Gracias al cielo que el año pasado puse el aire acondicionado. Igual, muchas veces ni estoy. Ayer tuve que irme hasta Barracas. Una hora y media en 2 colectivos a la ida + una pequeña caminata de 800 metros a campo traviesa. La vuelta no fue tan trágica.

Me pregunto cuando podré nuevamente continuar con este blog.
Quién ganará el próximo round, la tecnología o sho?

Hagan sus apuestas, señores.

Bacci a tutti.

lunes, septiembre 12, 2005

Hello, again

(He aquí la explicación de mi ausencia). Después de un prolongado round con la tecnología, que me estaba ganando por goleada, finalmente gané yo por knock out. No me pregunten cómo hice. Creo que la clave estaba en el usuario y contraseña.

Puta carajo. Estoy harta. Las contraseñas son como las tarjetas plásticas que tenemos para los diferentes servicios. En mi portatarjetas poseo: tarjeta de crédito, tarjeta de débito (2 en mi haber), carnet de la prepaga, tarjeta de Coto, tarjeta de Disco. La cuenta da como 6. En la web poseo otros tantos usuarios y correspondientes contraseñas: antivirus, newsletters (miles), homebanking, correo electrónico, BLOG, administrador de mi notebook. Así no se puede vivir.

Se supone que no debo tenerlas escritas por ahí al alcance de cualquier curioso con voluntad de hacer lío.
¿Y cómo hago para acordarme de todas las putas contraseñas, ah?

Me niego a que las contraseñas, los usuarios y las tarjetas plásticas gobiernen mi vida!!!

Or vuá, valerí

lunes, agosto 22, 2005

Empezamos mal

Esto del blog también tiene sus bemoles. Para empezar yo quería que MI blog se llamara "Eramos tan felices" en homenaje a los oi oi oi que supimos conseguir.
No fue posible.
En Crear su Blog en tres pasos, me informó amablemente el sistema que ese nombre de blog no estaba disponible.
En mi creciente angustia y desesperación, traté de hurgar en la web quién fue el ladrón que osó hurtarme el nombre que había decidido. Hete aquí que nadie. Ese blog existe VACIO.
Un horror.
Luego quise bautizar a mi blog "Hasta las últimas consecuencias" - tampoco fue posible. Esta vez me ahorré el trabajo de buscar.
Enjugándome una lágrima, decidí nombrar a mi blog con una frase célebre de mi "briyuante" amiga Gabriela, quién un día, sentada cómodamente en Nucha, viendo pasar una cheesecake y cayendo en la cuenta que pronto debería elegir qué iba a engullir, una vez más se vio en el aprieto de optar por una de las múltiples opciones del menú. Relatándome el "momento de decisión", me dijo "y bueno, vos sabés que para mí el libre albedrío es una maldición", ya que conlleva la angustia de creer mejor todo aquello que queda fuera de la elección del cuadrado de chocolate con dulce de leche y ciruelas.

En fin.