viernes, marzo 10, 2006

Edipo Rey (dedicado a Meyer y sus reclamos)


Durante el año pasado conocí como a un millón de hombres a través de internet. Citas a ciegas, pero con autogestión. No se ajustaban ni remotamente al patrón típico de la presentación a través de un tercero que conoce a dos personas que pueden gustarse y hace el "gancho".

No puedo (ni me gusta) generalizar, sin embargo existieron ciertas situaciones o preguntas que se repitieron más de una vez. Más de dos. Más de tres.

Concretamente me preguntaban sobre mi pasado sentimental, a lo que yo respondía la verdad: Me enamoré dos veces de dos hombres que eran reyes.
¿Reyes, cómo? preguntaban. Reyes en la nobleza de su alma, decía yo.

Creo que fui bendecida en esta vida. Algo tuve que haber hecho muy bien en la anterior para merecer tamaña felicidad. (Eso no se los decía).

Conocí hombres de todos los colores, y no puedo decir que haya tenido experiencias especialmente traumáticas, así que no voy a meter a todos en la misma bolsa. Hubo algunos que me llamaron más la atención, por sus valores o por la falta de ellos. Algunos hombres mostraron ser héroes de barro, o para decirlo en criollo blandieron su vacío escroto cuando la situación merecía claramente otra cosa.

Hace no mucho conocí a un hombre que vestía pantalones de tiro alto. Lo conocí en una salida donde había más personas. A la vuelta una de las chicas dijo: un hombre que usa pantalones de tiro alto queda automáticamente descalificado.
Personalmente odio los pantalones de tiro alto en un hombre. Sin embargo un pantalón de tiro alto no descalifica a un hombre ante mis ojos. Hace falta mucho más que eso para que le baje el pulgar a un tipo.

Pero quiero rescatar la figura del "pantalón de tiro alto", porque sí creo que funciona (lamentablemente) para mí en otros órdenes. Así que no puedo hacerme la viva.
El pantalón de tiro alto es aquello que no nos gusta del otro, eso que salta a la vista groseramente y que colabora intensamente para decir NO - NI EN PEDO y que pase el que sigue. Me quedé pensando mucho en el bendito pantalón de tiro alto, porque es algo que con el tiempo puede cambiar, o no, pero que, y rememorando mis experiencias anteriores, no incide en si el tipo pueda poner lo que haga falta cuando la situación lo amerite.

En otras palabras, ¿qué es lo importante para mí cuando miro a un hombre? ¿Cuáles son las características que son para mí "el pantalón de tiro alto"?

Hace poco me encontré con Haia, una señora maravillosa que fue pareja de mi papá después de que mis padres se divorciaron. Tuvo conmigo un gesto muy noble, cuyos detalles no voy a contar ahora. El punto es que en charla campechana entre mujeres, le comenté sobre algo que no me gustó de un hombre que había conocido recientemente. Ella me dijo: Pero Valeria, eso lo hacen todos los hombres. Hice una pausa y le dije: Mi papá, no. Y ella me contestó (sin pausa): Es verdad. Tu papá, no. Pero tu papá es un rey.

Y sí. Después de todo, Edipo también era un rey.

Chau con la mano, v.