viernes, diciembre 29, 2006

Se acaba

El calor agobiante de estas latitudes me encuentra tachando los últimos días del almanaque de 2006. Vaya si el año del Perro fue peculiar.
Tal y como profetizó el oráculo de Ludovica, para los gallos (entre los cuales orgullosamente me encuentro), este año iba a aquietar las tormentas del 2005, siempre y cuando supiésemos capitalizar los incesantes movimientos telúricos del pasado año del Gallo, amén. Y así fue.

Si bien no puedo decir que toda la cosecha de 2006 fue buena, sí puedo decir que algunos círculos se cerraron (algunos trayendo una tristeza profunda) y otros, al hacerlo parieron otros círculos prometedores y felices. Posiblemente porque finalmente la vida es circular.

Las tristezas son básicamente dos.
Gaby, mi amiga, se fue. Tal vez necesitaba partir. No lo sé. Tengo el consuelo de haberla conocido, porque mi vida no sería la misma sin su huella. Seguimos juntas, aunque desde lugares distintos, riéndonos de las mismas cosas y haciéndonos compañía a cada paso. Cuando Ruby y yo empezamos nuestra vida juntos, ella me invitó a almorzar y le anunció a la camarera: "Vinimos a celebrar que mi amiga se volvió a enamorar". Yo amaba a mi amiga, entre otras cosas, porque tenía la grandeza y la generosidad de ser feliz con las alegrías de los que eran importates para ella.
El otro acontecimiento que me entristeció enormemente fueron las bombas que Hezballah decidió lanzar sobre Israel y el conflicto bélico que tuvo lugar después con tanta destrucción, muertes inútiles (como todas las de este tipo) y los soldados israelíes que todavía se encuentran secuestrados.

Entre las alegrías cuento con haber soltado ciertas resistencias y miedos que me permitieron encontrar a Ruby, que desembarcó para quedarse. Que en el 2007 nacerá mi séptimo sobrino (de la mano de un sueño mío). Que mi madre encontró a su Rolando Rivas. Que viajamos a Israel y Grecia y que reímos y nos peleamos y encontramos a la familia y amigos y que los dueños de los negocios nos pidieron por favor que abandonásemos el lugar (y no tan amablemente). Que algunos logros laborales se consolidaron y vinieron otras sorpresas para permanecer. Que empecé Pilates (no se rían, para mí es toda una odisea del espacio). Que me reencontré con algunas amigas de allá lejos, que otros tuvieron un hijo o concretaron una oferta laboral muy importante y tal vez esperada.

Y eso no es todo, pero sí por lo menos gran parte.

Lo mejor para este año, y parafraseando al Tato el Grande, a seguir tirando para adelante con la frente alta, vermouth con papas fritas y GOOD SHOW!

besos y más besos, valerita

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale,
te quiero tanto tanto
Muchas felicidades y que el chancho del 2007 nos provee cosas lindas.
dicen que en china es el símbolo del amor, de la unión hombre-mujer
Saludos para todos los tuyos!!
Caro

Anónimo dijo...

ACA, LA CHANCHA TUPI, CASADA CON UN CHANCHO, Y CON UNA HIJA PERRO, LES AUGURA UN 2007 INOLVIDABLE A LAS DOS "GALLAS"

BRINDEMOS POR ESO!!!!

LAS QUIERE

TUPI

Anónimo dijo...

Qué hermoso Vale!!!! Y brindo por vos y por Ruby, y para que en este nuevo año sigamos disfrutando de ser amigas!!!
un besote enorme!!!
de corazón!
Yami

Anónimo dijo...

QUe tal Vale:
Realmente me emociona tu relato
Sos una mina noble, sensible y espontanea, y siento que compartimos un
estilo humoristico.. .
Te quiero mucho. Me pone feliz tu encuentro con Ruby, y te deseo un
2007(año del chancho) de lo mejor.
Un abrazo

Vivi Briongos dijo...

Tuviste un año precioso!
Felicidadesssssss!!!!!!!!!!!!
Y mis mejores deseos para vos en este 2007 que tamos estrenando!

:)

Besossssssssssssssss.