Porque si algo describe al cibersexo es que es un sinfín de contradicciones. Es sexo pero sin serlo; es búsqueda de conversación de gente que no quiere conversar; es masturbación en compañía; es orgasmo sin contacto. Es una forma de contacto segura pero falaz. Hay mucho miedo: al amor, al compromiso, a las dificultades para conocer al otro, a las enfermedades. Una relación física implica un mínimo de empatía y algún tipo de compromiso afectivo, hasta con una prostituta. Porque es un reconocimiento de que existe otro, de que uno necesita a otro. Verse genera un vínculo y romperlo significa un conflicto. Y como también hay miedo a la soledad y a la ausencia, muchos prefieren las relaciones de internet, que no dejan marcas
Quienes practican esta forma de ciberesexo no le temen al intercambio de fluidos lo cual alivia muchas de las paranoias contemporáneas. Pero también es cierto que pierden una parte importante del contacto: ¿se podrá prescindir de la carne y la cercanía? Hay quienes pueden ser determinantes en su apreciación sobre estas practicas de sexo a distancia: ¿una simple masturbación? Es un escenario poco alentador, pero la tecnofilia, que es otra perversión, dulce para algunos y amarga para otros, parece no tener límites. El único límite será el amor, o el horror
hay muchas personas que acuden al "cibersexo" a fin de canalizar por esta vía sus deseos conscientes o inconscientes y validar estos deseos socialmente, por un medio que de alguna manera los protege del prejuicio y la censura, amparándose en la broma para poder de alguna manera concretar las fantasías, y recurriendo en definitiva a esta actual afición al sexo despersonalizado. El tema es complejo y recién comienzan a observarse los resultados parciales de una corta experiencia del cibersexo en la vida de millones de seres humanos que han elegido este medio para ejercer su sexualidad. El cibersexo no tiene ningún tipo de fronteras y se encuentra contenido dentro de los que hoy se define como el "mundo de la pornocrácia
7 comentarios:
Yo no veo nada... :(
Porque si algo describe al cibersexo es que es un sinfín de contradicciones. Es sexo pero sin serlo; es búsqueda de conversación de gente que no quiere conversar; es masturbación en compañía; es orgasmo sin contacto. Es una forma de contacto segura pero falaz.
Hay mucho miedo: al amor, al compromiso, a las dificultades para conocer al otro, a las enfermedades. Una relación física implica un mínimo de empatía y algún tipo de compromiso afectivo, hasta con una prostituta. Porque es un reconocimiento de que existe otro, de que uno necesita a otro. Verse genera un vínculo y romperlo significa un conflicto. Y como también hay miedo a la soledad y a la ausencia, muchos prefieren las relaciones de internet, que no dejan marcas
que bueno el tema de jazz, alguien conoce el nombre????
Tas embarazada?????????????????
Viste que para interpretación libre, a mi no me gana nadie...
:D
Besosssssssssssss.
Quienes practican esta forma de ciberesexo no le temen al intercambio de fluidos lo cual alivia muchas de las paranoias contemporáneas. Pero también es cierto que pierden una parte importante del contacto: ¿se podrá prescindir de la carne y la cercanía? Hay quienes pueden ser determinantes en su apreciación sobre estas practicas de sexo a distancia: ¿una simple masturbación?
Es un escenario poco alentador, pero la tecnofilia, que es otra perversión, dulce para algunos y amarga para otros, parece no tener límites. El único límite será el amor, o el horror
hay muchas personas que acuden al "cibersexo" a fin de canalizar por esta vía sus deseos conscientes o inconscientes y validar estos deseos socialmente, por un medio que de alguna manera los protege del prejuicio y la censura, amparándose en la broma para poder de alguna manera concretar las fantasías, y recurriendo en definitiva a esta actual afición al sexo despersonalizado.
El tema es complejo y recién comienzan a observarse los resultados parciales de una corta experiencia del cibersexo en la vida de millones de seres humanos que han elegido este medio para ejercer su sexualidad.
El cibersexo no tiene ningún tipo de fronteras y se encuentra contenido dentro de los que hoy se define como el "mundo de la pornocrácia
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