Este año cumplo 20 de mi egreso de la Escuela Nacional Normal Superior en Lenguas Vivas "John F. Kennedy", que entre otras cosas, cambió también de nombre.
Cursé ahí mis estudios secundarios. Lo digo con orgullo porque sé que recibí una educación de privilegio, que tuve profesoras (la mayoría, al menos) entregadas a su tarea en un momento del país que no era nada fácil hacerlo.
Una de mis compañeras, Valeria Oreiro, tuvo la feliz idea de convocar a toda camada de egresadas en un grupo de Yahoo!. Muchos de los nombres (sobre todo de las que no estaban en mi mismo curso) se me escurren de la memoria, pero igualmente me provocó una alegría inmensa descubrir las fotos, algunas anécdotas de entonces, pero sobre todo saber qué fue de la vida de cada una de nosotras 20 años después.
En estos 20 años me crucé con algunas en lugares como tan dispares como un vacunatorio, el subte, la calle, la Clínica del Dr. Ravenna y un curso de la Red Solidaria. También hubo algún intermitente reencuentro, pero eso fue todo.
Por eso tal vez me siento engolosinada con la idea de volverlas a ver en el encuentro que se está organizando en el colegio.
Por lo pronto el viernes tomé un café con Ethel, una de mis compañeras. Fue increíble. El tiempo no nos alcanzó para ponernos al día. No podíamos parar de conversar y nos levantamos de la mesa porque ya se nos había hecho recontra tarde y las responsabilidades de nuestra vida adulta nos convocaban indefectiblemente.
Veinte años no se recorren en dos horas de café que se convirtieron en casi tres. Sin embargo estaba intacta la afinidad y cierto lenguaje común. Creo que eso fue la piedra fundamental de una mutua felicidad por haber encontrado una parte del pasado que no está intacto, sino más bien resignificado por lo vivido a través de los años.
Sé positivamente que no me ocurrirá lo mismo con todas mis compañeras. Con la mayoría no habrá posteriores encuentros más allá del grupal porque la afinidad de entonces no necesariamente es la afinidad de hoy. Intereses, experiencias y formas de resolver las cosas nos pondrán en lugares diferentes difíciles de compatibilizar.
Pero bueno, ya se ha dicho que nadie se baña dos veces en el mismo río, no?
PD: por esas casualidades de la vida, en mi cocina está colgado de una descolorida cinta que supo ser azul el escudo de metal de la escuela.
3 comentarios:
Yo también tengo este año la fiesta por los 20 años de egresada... Tengo que hacer más de 1000 km. para estar, y mi vida, hoy por hoy, es un continuo hoy... ni idea dónde ni cómo me encontrará este próximo diciembre... después te cuento...
Pero ta bueno permitirse estos encuentros... Algunos de mis ex compañeros (fui a una escuela industrisl, mayoría de varones) no vienen a los encuentros porque ni siquiera osan contarle a las esposas... se ponen celosas... Los pueblerinos somos muuuuy pacatos a veces...
Besosssssssssssss.
que envidia, el cole fue siempre una carcel para mi, todos del mismo color, 40 individuos sentados mirando al frente, rejas....era re triste. ni siquiera me hablo con nadie, jamas lo termine tampoco, colegio Marin, de curas e ideas fachistas. Por suerte alguna luz quedò, los años hicieron que conozca otros compañeros, los de trabajo. Pero tambien el cole me dejo algo bueno, se muy bien que tipo de enseñanza quiero para mi hijo y ojala que desde chico tenga los compañeros que tube en el trabajo, y sobre todo tenerlos a un ratito de colectivo
besos
mariano
Valeria: qué gratísimo reencuentro, lo disfruté mucho! Qué lindo verse con la perspectiva que suman estos años y seguir reconociéndose. Brindo por este y nuevos encuentros y reencuentros entre nosotras y con y entre otras compañeras del grupo! Beso, Ethel.
PS Ah!... muy divertidos tus relatos y grazie mile por el modelo de contrato que me enviaste. Por correo separado te envío la versión actualizada a hoy del "mío".
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