Un blog para reírnos de nuestros momentos miserables y relatar la alegría de estar vivos.
jueves, febrero 23, 2006
De vuelta a los pagos
Ayer volví de mis vacaciones.
Debo decir que este viaje ha constituído una de las experiencias más importantes de los últimos tiempos. No pasó nada aparentemente extraordinario, pero para mí cruzar el charco hacia territorios charrúas fue también cruzar un charco interno y llegar a tierras de reflexión y descanso a una escala que no imaginé antes de salir de Buenos Aires.
Recuperé mi sueño prolongado y tranquilo. Pude pensar el torbellino de cosas que fue el 2005 y ordenarlas (parece paradójico escribir esto ahora mientras mi casa adolece de desorden agudo post vacacional). Me miro al espejo y veo a una mujer feliz. Y me alegro de ser yo. Tengo más fuerzas para este año nuevo. Y se me ordenaron también los tejos de la azotea, en relación al laburo y otras cuestiones no menores del alma.
Y todo en diez días de sol radiante, atardeceres pintados a mano a minutos de las nueve de la noche en Solanas, amiga a prueba de todo (gracias, Caro), hacer NADA por momentos, empezar a leer The kite runner, comer en Patxi y escuchar las anécdotas de la colimba del flaco. Quedar verde de tanto mate, comer cada tarde galletitas Bridge sin piedad ni contemplaciones, recalar en Kin Sao (shalom, paisanos) y arremeterle a la Rogel sin decir agua va. Aprender y practicar el uruguayo, vó (Carola, campeona). Visitar José Ignacio (re top, gorda) y comer el obligado omelette de algas. Ir al cine. Tomar cortados en vaso. Ir al Ciclista. Ver a tooooooooooooooodos mis primos posibles (familia numerosa, vio?). Comprar alguito en Manos del Uruguay. Llamar a Buenos Aires de cuando en vez. Hacer cola en Buquebus (no los queremos - abajo el monopolio). Hacer un touch and go por la Feria Atesanal. Comer unos melones de novela (de novela, les juro). Ir al Conrad por primera vez y salir rajando. Ra-jan-do. Según Carola, paisaje maiamense con transeúntes indómitas importados vaya a saber de dónde, porque no tenían nada que ver con la geografía general (me pareció una descripción genial). Recordar la infancia. Los Pernigotti que fueron y los helados Smack que ya no existen y los Conaprole que ya no son lo mismo.
Casapueblo que nos llama y no vamos, pero que alguna vez hemos ido. Dante en Gorlero y acordarme de mi tía Amelia comprando los regalos para traer a Buenos Aires. La Fragata, cerrado (una pena). No fuimos a Il Greco. Churros Manolo también pasaron de nosotros. Los sandwiches Napolitanos sin jamón para Carolina. Escuchar inglés y portugués por doquier.
Y la vida bella, desplegándose en las pequeñas grandes cosas.
besitos, v.
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3 comentarios:
Bienvenida Vale!!!
Extrañaba tus relatos llenos detalles.
Ojalá que toda la energía que cargaste te sirva para tener un año de satisfacciones.
Un mimo del rulito.
No sé si por haber estado allí pero siento que es uno de sus textos más simples y bellos.
Un placer haber compartido las vacas con usted!! Sepa que la adoro.
Qué lindo Vale!!!
Cuando leo este tipo de relatos me recuerdo que me debo vacaciones con amigas, con una por lo menos.
Vos fuiste la que me dijo todo llega????
Bueno, eso creo... Así que, sólo espero pacientemente.
No quería dejar de decirte que transmitís esa felicidad que sentís, y se siente lindo, ayuda a disfrutar de la espera.
Besosssssss.
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